La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una de las agencias de la ONU, anunció el nombramiento del retirado atleta británico de origen Somalí Mo Farah, quien de niño fue víctima de tráfico de personas y explotación infantil, como su primer embajador global de buena voluntad.
El nombramiento fue anunciado en una sesión del consejo ejecutivo de la organización en Ginebra, y se produce dos meses después de que Farah pusiera fin a una brillante carrera deportiva en la que consiguió, entre otros hitos, seis oros en Mundiales y cuatro olímpicos.
El pasado año, el atleta de larga distancia reveló que de niño fue sacado de Somalí y llevado al Reino Unido ilegalmente para trabajar de en labores domésticas, después de que su padre fuera asesinado en el genocidio perpetrado por la dictadura de Siad Barre contra la población independentista de la región de Somalilandia.
«Ningún niño tendría que pasar por lo que yo pasé: las víctimas del tráfico infantil son sólo niños que merecen ser tratados como tales y poder jugar», destacó Farah en un comunicado de la OIM que anunció el nombramiento.
«Ser embajador para la OIM me da la oportunidad de ayudar a otros, como yo, y cambiar las cosas», agregó el exatleta de 40 años.
«Campeón dentro y fuera de las pistas, superviviente de tráfico de personas, traerá dedicación completa y compromiso al trabajo de la OIM, ayudando a miles de personas migrantes», agregó por su parte la directora general de la OIM, Amy Pope