La crisis empezó a tener repercusión pública en febrero de 2021 y desde entonces los enfrentamientos entre los delincuentes por el dominio territorial se exacerban con la debilidad del Estado.
El asalto de un grupo de encapuchados a un canal de televisión de Ecuador mientras transmitía en vivo el noticiero de media tarde irrumpió el martes en la vida de los ecuatorianos con un ataque sin precedentes que evidenció un nuevo salto en la espiral criminal en el país, que vive desde hace tres años sumido en la violencia, la inseguridad y en un récord de homicidios año tras año.
La jornada ya había arrancado con una secuencia de 30 actos violentos en varios puntos del país, con policías secuestrados, motines carcelarios, explosiones de vehículos y precedida por la presunta fuga de la cárcel de los cabecillas de grupos criminales.
Pero nunca antes se había visto en directo ante miles de espectadores el asalto de varias personas que apuntaban y sometían a los presentadores y trabajadores en el estudio central del canal con dos armas largas, dos cortas, una ametralladora y explosivos de tipo industrial y militar, según confirmó después un mando policial de Guayaquil, ciudad en la que está el medio de comunicación.
El incidente fue neutralizado por la policía con un saldo de 13 detenidos. No se ha confirmado oficialmente que hubiera heridos.
Un día antes el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, había decretado su primer estado de excepción y toque de queda nocturno. Era su respuesta a la presunta fuga de la cárcel de Adolfo Macías, alias “Fito”, el líder de una banda criminal local a la que las autoridades atribuyen nexos con el cartel mexicano de Sinaloa que cumplía una condena de 36 años de cárcel por asesinato, narcotráfico y otros delitos.
¿CUÁNDO SE VOLVIÓ ECUADOR UN PAÍS VIOLENTO?
La violencia empezó a tener repercusión pública en febrero de 2021 con una masacre en el interior de la prisión más violenta del país, la denominada Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, considerada la ciudad más peligrosa del territorio.
El sangriento enfrentamiento en esa cárcel dejó al menos 79 reclusos asesinados y fue el primero de una secuela de violentos choques entre reclusos de bandas rivales.
Según las autoridades, las disputas dentro de las cárceles se originaron con la muerte en diciembre de 2020 de un capo del narcotráfico líder de la banda Los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, vinculada al narcotráfico internacional. Su desaparición derivó en división interna entre grupos locales que buscaban captar su poder.
En septiembre del mismo año se produjo la peor masacre carcelaria en la que 119 reos fueron asesinados en distintos centros penitenciarios, algunos de ellos, decapitados. En total, unos 18 choques violentos dentro de las cárceles han dejando más de 450 prisioneros muertos en los últimos tres años.
La violencia en las cárceles, que las autoridades aseguran que se han convertido en centros de control del crimen organizado, permeó hacia las calles y en Ecuador se desbordaron otros delitos contra ciudadanos como secuestros, asesinatos, robos, extorsiones y más, que han llevado al país a ser uno de los más violentos de la región.
El año 2023 culminó como el más violento de la historia de Ecuador, con más de 7.600 asesinatos, muy por encima de los 4.600 con los que terminó el 2022, que a su vez duplicaban los 2.100 homicidios de 2021.