El Parque Zoológico Nacional, un ícono ecológico y recreativo de la República Dominicana, atraviesa un crítico estado de deterioro que refleja la falta de gestión adecuada y pone en riesgo su misión de conservación. Este espacio, que debería ser un ejemplo de protección de la biodiversidad y educación ambiental, se encuentra sumido en una preocupante situación que combina negligencia administrativa y daños ambientales.

Un ecosistema en peligro
Recorridos recientes por el parque han evidenciado lagunas invadidas por aguas estancadas, un claro indicador de problemas en el manejo de sus recursos hídricos y del impacto ambiental negativo. Estas condiciones, además de ser un problema estético, representan un foco de contaminación que afecta tanto a las especies que habitan el parque como a los cientos de niños y familias que lo visitan, esperando encontrar un entorno seguro y educativo.

Prácticas cuestionables y falta de transparencia
Otro motivo de alarma son las denuncias sobre la opacidad financiera del parque. Según visitantes, se aplican altos costos para actividades como la fotografía profesional (RD$ 2,500 por permiso, más RD$ 100 por acompañante) sin la emisión de facturas que respalden estos pagos. Estas irregularidades generan serias dudas sobre el destino de los fondos recaudados, especialmente en un contexto donde las áreas del parque muestran un evidente abandono.

Falta de sensibilidad y preparación del personal
Adicionalmente, se han reportado incidentes que revelan la falta de capacitación del personal en el trato al público. Un turista denunció haber sido amenazado con la expulsión por tomar fotografías fuera del tren, un comportamiento que no solo desalienta el turismo local e internacional, sino que también evidencia una desconexión con la misión educativa del parque.

Un llamado a la acción política y social
El deterioro del Parque Zoológico Nacional no es solo un problema ambiental, sino también un síntoma de una gestión pública que no prioriza la sostenibilidad ni la rendición de cuentas. Este pulmón ecológico, hogar de 68 especies de plantas endémicas y numerosos animales, debe ser protegido como un patrimonio natural invaluable.

Proponemos como ente comunicacional que las autoridades competentes:

Implementen un plan urgente de recuperación ambiental que garantice la limpieza y conservación de las áreas verdes y hábitats del parque.
Transparenten el uso de los recursos financieros recaudados a través de tarifas y otros ingresos, para asegurar que sean reinvertidos en la mejora del parque.
Capaciten al personal en prácticas de atención al visitante, promoviendo una experiencia más inclusiva y educativa.
El Parque Zoológico Nacional no solo es un espacio recreativo, sino un símbolo de nuestra relación con la naturaleza y el compromiso con el futuro del medio ambiente. Como sociedad, no podemos permitir que este patrimonio siga siendo víctima del descuido y la desidia. Es momento de actuar con determinación para salvar este bastión ecológico y convertirlo en un modelo de sostenibilidad y transparencia para las generaciones futuras.